El estribo es la figura más repetitiva de las armaduras de obra, por lo que se invierte más tiempo de mano de obra que en cualquier operación.
Con una escasa inversión, se obtiene una producción entre 700 a 1000 estribos por hora sin esfuerzo alguno para el operario, lo que las hace ideales para las producciones masivas de los talleres de ferralla, por su rendimiento y para las obras, por versatilidad ya que permite realizar multitud de formas y tamaños de estribos.